sábado, 8 de marzo de 2014

DERECHO BUENO, QUITAR DERECHO MALO

Hoy es el día de la mujer trabajadora, algo que me da una excusa para tocar un tema que se merece un post en este blog y es que ME TOCA LOS HUEVOS bastante. El proyecto de ley de la reforma del aborto.

Indudablemente es un tema que sobre todo les afecta a ellas, y por eso lo trato este día. Creo que no tengo ningún argumento nuevo que dar, para dejar claro el atropello contra los derechos fundamentales de las personas, que me parece dicho proyecto de ley, así que seguramente lo que leáis a continuación ya os suene... así que al menos intentaré darle mi toque.

Lo primero, y creo que es de un sentido común tan categóricamente paradigmático que no se puede desvincular del buen raciocinio de cualquier persona, es que a pesar de que exista la ley del aborto, por libre que sea, nadie que no quiera abortar, va a hacerlo. Aunque existiese una ley que dijera: cualquier mujer, en el momento que quiera y sin dar ningún tipo de explicación, puede interrumpir voluntariamente su embarazo, no se producirían estampidas hacia las clínicas para abortar. Seamos serios y sobre todo sensatos. Estos señores creen, que antes que interrumpir la gestación de algo que ni se puede considerar casi un ser humano aun, es mejor tener una criatura que va a llegar a un mundo en el que no se la desea, con lo que eso conlleva. Desde malformaciones o enfermedades que arruinarán la vida de sus padres, cayendo en el riesgo de que por ello el niño no sea nada querido; hasta que ese nuevo ser humano crezca en la indigencia, sin un triste mendrugo de pan que llevarse a la boca, porque sus padres no pueden ni mantenerse a si mismos; pasando por tener que abandonarlo nada más nacer en un orfanato y que dé tumbos de hogar de acogida en hogar de acogida hasta que sea mayor de edad.

Algunos dirán que soy extremista, pero estos casos son muy plausibles, y estos señores defienden que esa clase de vida es más "humana", que acabar con sus sufrimiento antes incluso de que sean capaces de sentirlo.

Y es que ellos son los grandes abanderados del derecho de la vida. Yo soy un gran abanderado del derecho a la muerte. La vida ante todo tiene que ser digna, y la vida a veces puede convertirse en una condena. Estos señores condenan a la vida a muchos no nacidos, acarreándoles años de sufrimientos inimaginables, y lo llaman caridad, compasión y defensa de sus derechos. Lo más humano sería dejar que una madre, que sabe perfectamente lo que le espera al fruto de su vientre decida. Porque no nos engañemos, y yo jamás podré empatizar con VOSOTRAS al cien por cien, nunca seré capaz de imaginarme lo maravilloso que tiene que ser sentir crecer una vida dentro de ti, para ninguna mujer debe ser fácil tomar la decisión de abortar, ninguna lo hará a la ligera.

Y aquí muchos dirán que las adolescentes comenzarán a quedarse preñadas y a abortar por costumbre, que ahí es donde vamos a parar con tantas libertades. Educación, señores, educación. Tan poco confían en sus hijas que piensan que pasará eso. ¿Por culpa de esa desconfianza en vuestras niñas, estáis privando a miles de mujeres de sus derechos inalienables? No digo que no sea posible que esto llegue a pasar, pero después de vivir el trauma que es que te practiquen un aborto, pocas o ninguna querrán repetir. Es algo a lo que hay que arriesgarse, porque su solución es la educación, una solución bien sencilla y que hoy en día, creo, está bastante ausente en muchos hogares.

Hay muchas más razones, pero sería extenderme y reiterar lo que se ha dicho ya muchas veces y todos pensamos. Así que me gustaría acabar con una reflexión. ¿Quién está detrás de todo esto? No se puede negar que el PP es un partido de derechas y afín a la iglesia, pero sus votantes son de un amplio espectro. ¿De verdad le sale rentable tener contentos a cuatro carcas que quedan, del Opus o similar, mientras cabrean a millones de habitantes? ¿Cuantas mujeres conocéis que aprueben esto? Y de esas, ¿cuántas creéis que irían a abortar en secreto a dónde fuera si tuvieran un caso peliagudo? No dudo que muchas se mantendrían firmes y lo tendrían pese a todo. Y sí, traerían al mundo un niño no deseado, con riesgo de ser repudiado en el seno de su propia familia, pero pensarían que eso es mejor que haberlo matado cuando estuvieron a tiempo y aun no era ni un ser humano.

Y es que la cuestión central de esto es que los derechos (y voy a ponerme en plan "Barrio Sésamo") son BUENOS, la pérdida de ellos es MALA. Un derecho, no es una obligación, y sino mirad su definición, 28 acepciones y ni una mala, (alguna neutra o dudosa, tampoco voy a engañar), y en tanto que no es una obligación, su cumplimiento no está obligado valga la redundancia. Con lo cual cuanto más amplio sea, a más persona beneficiará y su contrapartida es que no perjudica a ninguna. Toda ley que coarta un derecho y todos aquellos que la apoyan, están directa o indirectamente, deseando el sufrimiento de millones de personas. Lo peor es que ellos creen que están haciendo una buena obra, y por difícil que parezca su cerebro es tan cuadriculado, que es imposible hacérselo entender. 

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